De intenso color rojo granada, este Malbec sigue confirmando el estilo más fresco y vivo que ya se vio en las ediciones anteriores. De intensidad media en nariz, notas florales y a frutos del bosque abren este bouquet tan especial. Luego se abren paso suaves toques especiados de almendras dulces y estragón fresco. En boca es fresco, de concentración media, pero con gran vivacidad y texturas. De intensidad media en nariz, notas florales y minerales abren este bouquet tan especial. Luego se abren paso suaves notas a frutos del bosque y notas especiados de almendras dulces y estragón fresco. Gustos afrutados y minerales hacen recordar el granítico origen de sus suelos. La elegancia de este Malbec 

El reconocido valle de Colchagua nos entrega este vino, particularmente de viñedos ubicados en los suaves lomajes de Marchigüe. Los vinos de esta propiedad son intensos y aromáticos, con fruta negra madura, pimienta negra y suaves notas de especias. Largo en boca, es el acompañamiento perfecto para un asado con amigos o una tradicional empanada de pino.

Rojo cereza oscuro. Aromas de fruta madura, especiada, de suave dulzor. Boca jugosa, tersa, mineral, larga.

Este vino nace 30 kilómetros al este del océano Pacífico, en el valle de Casablanca. Nuestros viñedos son influenciados por las suaves brisas del océano y la fría niebla matinal, lo que da como resultado un vino con vivos aromas de pera, membrillo y melón. Fresco y cremoso a la vez, este Chardonnay es perfecto para acompañar una ensalada griega, o unas machas a la parmesana al borde del mar.

Un vino que nace en las laderas de nuestro viñedo en Casablanca, 30 kilómetros al este del océano Pacífico. La fría niebla matinal, sumada a las particulares características de los suelos, le imprimen al vino intensos aromas de frutilla y cerezas, que se mezclan con notas cítricas y florales. Su fresca acidez lo convierte en el vino de verano por excelencia, y su versatilidad lo hace ideal para acompañar aperitivos, postres o ensaladas.

Este vino tiene su origen en el valle de Casablanca, a menos de 30 kilómetros al este del Océano Pacífico. Nuestros viñedos son influenciados por las suaves brisas del océano y fría niebla matinal, lo que da como resultado un vino con aromas cítricos de lima y mandarina mezclado con algunas notas florales. Suave y fresco.

Un vino que nace al pie del bosque nativo en nuestro viñedo en Casablanca, 30 kilómetros al este del océano Pacífico. La fría niebla matinal, sumada a las particulares características de los suelos, son el punto de partida para un vino elegante y suave, con notas de frambuesa y cereza. Con un perfecto equilibrio entre acidez y taninos, este Pinot Noir es una alternativa ideal para acompañar ravioles rellenos, atún y otros pescados grasos.