Por su variedad es el llamado blanco de los tintos. Aliwen Pinot Noir es un vino jugoso, fresco, de buena acidez, mineral y persistente. Un vino ideal para acompañarse en las altas temperaturas veraniegas.

Este vino, obtenido de uvas 100% de la cepa Pinot Noir, proviene de los viñedos del Fundo Lomas de Leyda en el Valle de Leyda. Fue elaborado a partir de racimos cosechados en avanzado estado de madurez y posteriormente seleccionados. Se trata de un vino elegante con un color arcilloso de mediana intensidad, una marcada expresión frutal en la nariz y que en la boca presenta suaves taninos y un sutil toque de madera. Es una opción ideal para aquellos que deseen acompañar carnes, aves de caza y quesos suaves.

De un brillante amarillo pálido, este vino se muestra con gran intensidad en nariz. Suaves notas cítricas y a frutos blancos son las primeras en aparecer en nariz. Frutas tales como pera de agua y mango están muy presentes, sin embargo, suavemente van apareciendo sutiles notas a silex y tierra húmeda haciendo de este, un vino muy complejo aromáticamente. En boca es equilibrado y mineral. Texturas vibrantes resaltan a su vez con una acidez punzante y cierta untuosidad, realzando los sabores en el paladar. De buena persistencia en boca, su gran frescor y vivacidad, hacen de este un vino complejo pero ideal para acompañar el día a día.

Aliwen Carmenere es un vino lleno de taninos dulces y suaves, es un vino moderno, fresco y jugoso, que presenta un perfecto balance entre la fruta y la madera, entregando gran elegancia.

Este Pinot Noir tiene sabores profundos y maduros que hablan de una cosecha cálida en la zona de Traiguén; se siente imponente, dejando que los taninos se muevan suave y amablemente por la boca, acompañados de una fresca acidez. Un pinot para guardar hasta que gane en complejidad.

Vino cristalino, de color dorado pálido con tonos verdes. En nariz muestra un perfil fresco y cítrico y una sensación mineral con solo un pequeño toque herbal y manzana verde. En boca es un vino que llama la atención por su textura oleosa que contrasta con una acidez filosa, dejando una sensación salina al fondo de boca muy característica de los Sauvignon Blanc del Valle de Leyda. A medida que avanza en la copa muestra distintas capas de sabores con un final largo y expresivo.

El vino Carménère es de una cepa originaria de Bordeaux, Francia, desaparecida en el siglo XIX y hoy redescubierta en Chile. Proviene de nuestros viñedos del Valle de Colchagua. Es de color rojo rubí intenso, de exhuberante aroma y buen cuerpo. En el paladar se distingue por su suavidad y delicadeza. Es ideal para acompañar carnes rojas, aves, pasta y pescados.

De profundo color rojo violeta con ribetes azulados, este vino es frutoso y especiado. Frutos del bosque como mora y arándano aparecen en nariz en un comienzo, para luego dar paso a suaves notas especiadas como canela y pimienta negra. En boca es sedoso y muy afrutado, de buen volumen y persistencia. Se revela con gran elegancia y frescor, haciendo de este vino un excelente exponente de esta gran variedad que es el Carmenere.

La influencia del mar, los suelos y una lenta maduración, hacen de éste, un vino de un color rojo rubí profundo con ribetes violáceos, de gran complejidad aromática. Sus aromas evocan a frutos rojos y negros maduros y una suave nota de vainilla aportada por la elegancia de una barrica bien casada. Taninos redondos, suaves, que llenan la boca y que otorgan un final de boca limpia, elegante, de gran persistencia y personalidad.

Este vino tiene un color rojo rubí muy vivo. En nariz es fresco y elegante. Los aromas de frutas y flores aparecen al principio. Bayas como la frambuesa y la fresa están presentes acompañadas de ligeras notas de «tostadas». Finalmente, algunas notas de pimienta negra y tabaco completan este bouquet. En boca es fresco y equilibrado. Destacan los sabores de fruta fresca y la acidez vibrante que nos llevan a presagiar un buen potencial de guarda para este vino.

Tributo Carmenere 2021 tiene un bello color rojo púrpura. En nariz es intenso y elegante, mostrando notas muy atractivas a pan brioche y frambuesa, seguido de suaves aromas a cáscara de pomelo acompañados de toques a hojas de laurel, estragón y tierra húmeda, convirtiéndolo en un vino complejo e intrigante. En boca es vibrante, fresco y frutoso con un bello recorrido en boca donde se despliegan sus taninos suaves y texturales con gran acidez y buen volumen, permitiendo presagiar un gran potencial de guarda.