Un vino que nace en las laderas de nuestro viñedo en Casablanca, 30 kilómetros al este del océano Pacífico. La fría niebla matinal, sumada a las particulares características de los suelos, le imprimen al vino intensos aromas de frutilla y cerezas, que se mezclan con notas cítricas y florales. Su fresca acidez lo convierte en el vino de verano por excelencia, y su versatilidad lo hace ideal para acompañar aperitivos, postres o ensaladas.

Las viñas de Miramar Norte tienen 15 años. Están expuestos a un clima costero, con mañanas frías y días nublados, heladas recurrentes durante la primavera y el otoño que afectan las vides. Este es un rosado hecho con Syrah de clima extremadamente frío, con acidez natural, no tiene ningún tipo de clarificador, lo que lo hace un vino muy honesto en su expresión. Su estilo es fresco, exótico, único, atractivo que invita a seguir bebiendo. Mineral, salino, seductor y de calidad superior.

"Aromas de frutas rojas, cedro y boldo. En el paladar es fresco y frutal, con sabores de cereza y toques de pimienta y romero. Sedoso, con taninos aterciopelados y buen volumen en boca.

Las uvas son cosechadas a mano, doblemente seleccionadas y maceradas en estanques de acero abiertos con levaduras nativas. Tras la fermentación permanecen sobre sus pieles para darle estructura y suavizar su final. Los mejores lotes de la cosecha son seleccionados y mezclados, para continuar con la crianza barricas de roble francés durante doce meses."

Este Syrah chileno es una verdadera joya del terruño de Lo Abarca, destacando por su baja graduación alcohólica y alta acidez debido a las bajas temperaturas. Jancis Robinson lo compara con vinos del norte del Ródano, elogiando su carácter herbáceo y su nariz floral con frutos rojos y especias. En boca, se aprecia su delicadeza, elegancia y firme acidez, resaltando las frutas rojas. Sin duda, un Syrah que merece ser probado por los amantes de esta variedad.

Neyen, un ensamblaje clásico de Cabernet Sauvignon y Carmenere, refleja fielmente los ricos suelos de Apalta. Cada año, busca lograr un equilibrio y una sinergia elegante entre las características de ambas variedades. El Cabernet Sauvignon aporta estructura, mientras que la Carmenere, la variedad perdida de Burdeos, ofrece una textura suave y un final sedoso. Este vino del nuevo mundo con esencia del viejo mundo es un reflejo de las vides y los suelos centenarios de la propiedad en Apalta.

Un vino fino y sedoso con gran tipicidad. Año tras año, este Carmenere presenta taninos elegantes en perfecto equilibrio con su fresca acidez. Sus clásicas notas balsámicas y de frutos negros provienen de las uvas excepcionales y de gran concentración del viñedo Las Vertientes, donde se someten a un largo y lento proceso de maduración. Este complejo vino logra su gran estructura, profundidad y carácter redondeado, durante su guarda en barricas de roble francés.

Este vino intenso y atractivo se caracteriza por su cuerpo equilibrado y sus taninos extraordinariamente suaves. Las uvas Syrah de Las Vertientes presentan una particular acidez que aportan frescor y viveza. Este vino elegante y bien estructurado tiene una guarda en barricas de roble francés, la mayoría de las cuales son de segundo uso, a fin de mantener el carácter de la fruta.

Casa Marin ha incorporado la emocionante variedad tinta Garnacha a su portafolio, con la intención de combinarla con Syrah. Este vino se caracteriza por su equilibrio y frescura, exhibiendo una energía que lo hace juguetón y precoz, resaltando sus notas herbáceas. En boca, se muestra fino pero persistente gracias a su acidez vibrante y taninos equilibrados.

Hermoso, profundo y brillante color rojo violeta, con tonos rubí. Muy aromático y fresco. Recuerda a frambuesas, guindas y granadas acompañadas de notas de violetas. Se abre elegantemente con suaves notas especiadas similares a la pimienta blanca, fresas, arándanos, chocolate amargo y una nota de trufa suave que se destaca. Taninos sedosos, gran persistencia, finura y elegancia