Ai! es un espumante Brut que combina Chardonnay y Pinot Noir en su mezcla tradicional. Sus viejas parras se arraigan en el Valle del Biobio, con suelos mayoritariamente graníticos, lo que aporta frescura y mineralidad a sus vinos espumantes. Ai! refleja la pasión y alegría de quienes lo disfrutan, jugando con el significado japonés de "Ai" que es amor y haciendo referencia a la región francesa de Ay, conocida por sus espumantes.

Un vino intenso en todos sus aspectos. El color es oscuro y su aroma mezcla fruta roja y negra con toques minerales de grafito, otorgándole un carácter especial. Recomendado para quienes gustan de vinos estructurados y elegantes. Un vino para disfrutarlo hoy, pero hecho para mejorar en el tiempo.

INICIO es un espumante premium “hecho a mano”, en el cual destaca un balance perfecto entre frescura y complejidad. Sus elegantes y sutiles aromas recuerdan frutas blancas, flores y piedras mojadas (mineralidad) con notas de bizcocho y pan tostado generadas durante su crianza en botella. En boca sus finas y definidas burbujas se perciben suaves y delicadas. Cremosidad y estructura se fusionan en óptimo equilibrio con una refrescante acidez. Este vino de carácter único remata con un final extremadamente largo y persistente.

Es un espumante brut de chardonnay y pinot noir hecho a mano, método tradicional del valle de Casablanca. Sus aromas son a frutos secos, peras y duraznos. Miel y fruta confitada es el resultado de la guarda en botella con sus lías. Pequeñas e integradas burbujas tintinean con gracia en tu paladar

Tiene una densidad amable y cremosa; los sabores son profundos y, aunque es un vino serio, se toma con mucha facilidad, sus sabores son irresistibles. De color rojo violeta, en nariz es muy intenso, con aromas de cereza, frambuesa, arándano, rosa, hibisco y violeta. En boca es fresco y largo, con una jugosa acidez y sutiles notas especiadas. Un vino de taninos finos y sedosos, de una vibrante frescura y gran intensidad frutal.

De color amarillo brillante y una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. Viene de una selección de barricas de suelos arcillosos y volcánicos en la zona de Traiguén, en Malleco, hacia el sur de Chile. Posee una gran energía y precisión, pero sobre todo destaca por su textura mineral y profundidad.

Una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. La crianza se ha extendido por diez meses en barricas, el 10% de ellas de madera nueva.

Vino cristalino, de color dorado pálido con tonos verdes. En nariz muestra un perfil fresco y cítrico y una sensación mineral con solo un pequeño toque herbal y manzana verde. En boca es un vino que llama la atención por su textura oleosa que contrasta con una acidez filosa, dejando una sensación salina al fondo de boca muy característica de los Sauvignon Blanc del Valle de Leyda. A medida que avanza en la copa muestra distintas capas de sabores con un final largo y expresivo.

Este Pinot Noir tiene sabores profundos y maduros que hablan de una cosecha cálida en la zona de Traiguén; se siente imponente, dejando que los taninos se muevan suave y amablemente por la boca, acompañados de una fresca acidez. Un pinot para guardar hasta que gane en complejidad.

La influencia del mar, los suelos y una lenta maduración, hacen de éste, un vino de un color rojo rubí profundo con ribetes violáceos, de gran complejidad aromática. Sus aromas evocan a frutos rojos y negros maduros y una suave nota de vainilla aportada por la elegancia de una barrica bien casada. Taninos redondos, suaves, que llenan la boca y que otorgan un final de boca limpia, elegante, de gran persistencia y personalidad.