Neyen, un ensamblaje clásico de Cabernet Sauvignon y Carmenere, refleja fielmente los ricos suelos de Apalta. Cada año, busca lograr un equilibrio y una sinergia elegante entre las características de ambas variedades. El Cabernet Sauvignon aporta estructura, mientras que la Carmenere, la variedad perdida de Burdeos, ofrece una textura suave y un final sedoso. Este vino del nuevo mundo con esencia del viejo mundo es un reflejo de las vides y los suelos centenarios de la propiedad en Apalta.

Este es un gran Pinot Noir, con aromas de cereza brillante y frutos rojos, con notas de arándano fresco y un toque ahumado. Los sabores son distintivos, con mucha estructura y una acidez firme apoyada en las frutas rojas. Final persistente.

Tiene una densidad amable y cremosa; los sabores son profundos y, aunque es un vino serio, se toma con mucha facilidad, sus sabores son irresistibles. De color rojo violeta, en nariz es muy intenso, con aromas de cereza, frambuesa, arándano, rosa, hibisco y violeta. En boca es fresco y largo, con una jugosa acidez y sutiles notas especiadas. Un vino de taninos finos y sedosos, de una vibrante frescura y gran intensidad frutal.

Vino cristalino, de color dorado pálido con tonos verdes. En nariz muestra un perfil fresco y cítrico y una sensación mineral con solo un pequeño toque herbal y manzana verde. En boca es un vino que llama la atención por su textura oleosa que contrasta con una acidez filosa, dejando una sensación salina al fondo de boca muy característica de los Sauvignon Blanc del Valle de Leyda. A medida que avanza en la copa muestra distintas capas de sabores con un final largo y expresivo.

Vino elaborado a partir de uvas Torontel de viñedos plantados en pie franco en el año 1935. Estas uvas son cuidadosamente seleccionadas y cosechadas de forma manual. Nuestro Naranjo se somete a un proceso de vinificación utilizando el método de los vinos naranjas o vinos ámbar, en el cual el vino permanece en contacto con las pieles de la uva durante aproximadamente 9 meses. 

Posee un color brillante con notas de piel de naranja, pomelo, duraznos secos y damascos, que lo convierten en un vino suave y de textura persistente con un frescor placentero, de elegante acidez y largo final.

De color amarillo brillante y una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. Viene de una selección de barricas de suelos arcillosos y volcánicos en la zona de Traiguén, en Malleco, hacia el sur de Chile. Posee una gran energía y precisión, pero sobre todo destaca por su textura mineral y profundidad.

Una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. La crianza se ha extendido por diez meses en barricas, el 10% de ellas de madera nueva.

Este Pinot Noir tiene sabores profundos y maduros que hablan de una cosecha cálida en la zona de Traiguén; se siente imponente, dejando que los taninos se muevan suave y amablemente por la boca, acompañados de una fresca acidez. Un pinot para guardar hasta que gane en complejidad.

Este vino, proveniente de uvas de San Clemente en la precordillera, es fresco y potente, con un gran carácter frutal. Destaca por aromas florales y frutosos, como damasco y frutas tropicales. Sorprendentemente, se vinificó como un tinto al reposar la uva con su cascara durante 2 meses, dando un blanco con un toque dorado. El resultado es un vino corpulento, con excelente estructura, pero sorprendentemente refrescante y jugoso. Ideal para disfrutar en verano sin perder su frescura distintiva.

Blend; Malbec / Carignan / Garnacha

Este vino se caracteriza por su exquisita combinación de uvas Malbec, Carignan y Garnacha, que le aportan una complejidad aromática única en la que resaltan notas frutales y especiadas. Con un origen en la región de Maturana, Chile, este vino es el reflejo de un terroir marcado por su suelo granítico y clima mediterráneo. El resultante es un vino redondo, con buen cuerpo y con taninos suaves y maduros

La influencia del mar, los suelos y una lenta maduración, hacen de éste, un vino de un color rojo rubí profundo con ribetes violáceos, de gran complejidad aromática. Sus aromas evocan a frutos rojos y negros maduros y una suave nota de vainilla aportada por la elegancia de una barrica bien casada. Taninos redondos, suaves, que llenan la boca y que otorgan un final de boca limpia, elegante, de gran persistencia y personalidad.